
Antes os comento solo un par de cosas:
- Yo he usado en esta ocasión lo que tenía por la nevera; berenjena, calabacín y tomates. Pero podéis usar las hortalizas que prefiráis.
- Tanto el calabacín como la berenjena van cocidas al vapor (porque el golpe del horno para dorar la superficie no llega para hacerlas)
- La leche: que sea entera, puede ser semi, la bechamel sale igual, pero el sabor no será tan bueno (yo uso leche sin lactosa) También se puede usar nata ligera para hacerla, queda más cremosa y en este pastel quedaría bien.
- El queso mozarella rallado de bolsa no es lo mejor que hay, pero si lo tenéis, perfecto. También podéis usar el mozarella de bola, o cualquier otro queso fundente que os guste.
Aquí tenéis este plato tan fácil y que realmente es delicioso.
1 calabacín grande
1 berenjena grande
Queso mozarella rallado (bolsa de 250 gr)
2 tomates muy maduros sin piel ni pepitas
Bechamel:
500 ml leche
75 gr de harina
75 gr de mantequilla
pizca de sal y de pimienta negra
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